Una pregunta común en todos nuestros clientes antes de aplicar alguna de nuestras soluciones es saber dónde se encuentra la información de su negocio.

Aparentemente la tienen y se dan por satisfechos, hasta que uno de nuestros consultores les hace la pregunta clave.

Evidentemente, nuestros clientes que hasta la fecha han mantenido un negocio y lo han hecho crecer piensan que están en el límite de sus posibilidades.

Cuando les preguntamos que cómo conocen sus límites, empiezan las dudas. La mayoría basa sus respuestas en, digamos, supersticiones. Cuando les incitamos a responder a la pregunta..... alguno se enfada y nos hecha de su despacho, pero claro, sigue sin responder su pregunta. Para los más abiertos queda sembrada una duda que no tardan en consultarnos y nos preguntan: ¿cuáles son mis límites?

Y nosotros, como consultores que somos les respondemos: ¿y dónde está la información para saberlo?. La respuesta es obvia: no existe tal información.

Estos clientes disponen de elevada tecnología en sus empresas y sin embargo se han olvidado de lo más obvio: los sistemas de información están para proprocionar información, si, información, pero el problema es que esa información no está adecuada a sus planes, a sus ideas, no se dispone en el momento adecuado y demasiadas veces no es lo suficientemente correcta.

Nuestra labor de consultoría se centra en crear una base sólida dentro de la empresa capaz de convertir a la empresa en un sistema de información eficaz. Es la parte más dura de nuestro trabajo.

Ejemplos de estas actuaciones los tenemos en el sector textil cuando algún cliente nos pregunta si debe de cerrar algún punto de venta o no. Nosotros le respondemos: ¿es rentable?. Y su respuesta no está basada en información tangible y operativa. Entonces montamos el sistema de información y somos capaces de dar una respuesta adecuada. En bastantes casos vemos que se aleja bastante de la sensación inicial. Llegados a este punto analizamos otros factores (morales, psicológicos, etc...) Y ofrecemos al empresario una respuesta. Al final él decide...

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